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(English below)
Amos del jardín
María Elina Méndez & Cristian Turdera
+COLECTIVA14
17 de marzo 2012 – 5 de mayo 2012

En la cuidad hay un jardín, y en el jardín un universo. Éste está formado por micro-partículas abstractas, de esas con las que se construyen todas las "cosas". María Elina Cristian sueltan aquí sus alter ego, ellos nos revelan un imaginario lleno de misterio. Mutantes y antropomórficos se debaten entre la lógica botánica y las combinaciones propias del ensueño. Por un lado nada escapa del razonamiento, tejiendo una trama compleja e inteligente, un sinfín de procesos lógicos cuya dirección está definitivamente orientada hacia la "belleza", por el otro lado enigmáticas parejas que saben sobre la imposibilidad de las palabras de decir todo lo que se proponen, establecen encuentros que desparraman enigmas (femeninos?) en los ojos del observador. En este jardín pareciera ser posible fotografiar aquello que se sueña, eso que habita por debajo.

Todo lo que aparece está para mostrar su fuerza simbólica, escenas ilusorias son como espejismos sobre los que no dudamos en ningún momento, van y vienen entre la fantasía y lo que llamamos verdadero.

Impresiones con intervención directa del artista, que convierte a estas piezas en únicas, y láminas blancas dibujadas en lápiz en un estilo muy cercano a las ilustraciones de libros del siglo XIX se ligan con suma naturalidad. La voluntad narrativa de estos trabajos hace que las imágenes dialoguen entre sí a la manera de dos idiomas que comparten sonidos y palabras. La madurez de estos lenguajes los hace diferentes y complementarios, no obstante lejos de la simbiosis y cerca del puente logran fabricar un irrefutable escape de la ciudad, un rincón bucólico en un lugar que no se sabe donde queda, allí, acá o dentro, un lugar poblado de representaciones a las que les agradecemos la revelación de cosas que no podemos explicar con las palabras.

texto sobre la exposición Amos del jardín escrito por Daniel Roldán

La muestra está compuesta de dieciocho obras: Turdera expone siete obras en giclée, esmalte y barniz sobre madera (en ediciones variadas de 5) y tres objetos realizados en cemento, acrílico y barniz. Por su parte, de Méndez se puede ver ocho obras en lápiz y acrílico sobre papel Schoeller y una obra en lápiz sobre madera de 1 x 1.40m.

Galería Mar Dulce se especializa en obras de pequeño y mediano formato de pintura, dibujo, grabado, fotografía, libros de artista y objetos, realizadas por artistas rioplatenses clásicos y contemporáneos. Junto a la exposición Amos del jardín presentamos +COLECTIVA14, una selección de obras realizadas por Irene BancheroPablo Cabrera, Liliana Porter,Juliana Ceci, Fermín Eguía, Virginia VitarMargarita EzcurraRal VeroniJuana NeumannAdrián SalgueiroLucía HarariJames PeckRita Bamidele Hampton,Raoul VeroniMercedes Dutto y Lola Goldstein. Cliquear en los nombres de los artistas para ver sus biografías e imágenes de algunas de sus obras (no necesariamente las obras en +COLECTIVA14).

Amos del jardín
María Elina Méndez & Cristian Turdera
+COLLECTIVE14
17 March – 5 May 2012

In the city there is a garden, and in that garden there is a universe . It is formed from abstract micro-particles, of the type from which all 'things' are built. Here, María Elinaand Cristian liberate their alter-egos, revealing an imagined world full of mystery. In this garden it would appear possible to photograph that which is dreamt, that which dwells below.

The prints directly intervened by Cristian -making them unique works- seem to come together naturally with the sheets of white paper drawn in pencil by María Elina in a style reminiscent of XIX century book illustrations.

The narrative drive of the works makes the images converse as if they were two languages with shared sounds and words. The languages are different yet complementary. Rather than symbiosis, a bridge connects both bodies of work. They come together to construct an undeniable escape from the city, a rural corner of unknown location - here, there or inside.

text on the exhibition Amos del jardín written by Daniel Roldán

The exhibition is comprised of eighteen artworks: Turdera presents seven works in giclée, gloss paint and varnish on board (in varied editions of 5) and the first time also exhibits objects: three works in cement, acrylic and varnish from a varied series of ten that lends its name to the exhibition, Amos del jardín. Méndez shows eight small works in pencil and acrylic on Schoeller paper and one large work in pencil on board.

Galería Mar Dulce specializes in small and medium format artworks in painting, drawing, print, photography, artists; books and objects, realized by classic and contemporary Argentine and Uruguayan artists. Alongside the exhibition Amos del jardín we present +COLLECTIVE14, a specially curated selection of works by Irene BancheroPablo Cabrera, Liliana PorterJuliana Ceci, Fermín Eguía, Virginia VitarMargarita EzcurraRal VeroniJuana NeumannAdrián SalgueiroLucía HarariJames PeckRita Bamidele HamptonRaoul VeroniMercedes Dutto and Lola Goldstein. Click on the artists' names to view biographical information and images of their works (not necessarily those exhibited in +COLLECTIVE14).

Amos de jardín de María Elina Méndez y Cristian Turdera


^Cristian Turdera, Dogma, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 30x22cm

^María Elina Méndez, Danza, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 24x31cm

^Cristian Turdera, Estadio 1, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 14x30cm

^Cristian Turdera, Estadio 2, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 14x30cm

^Cristian Turdera, Estadio 3, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 14x30cm

^María Elina Méndez, Coronado verde, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 23x17cm

^Cristian Turdera, Mudo, Sordo y Ciego, 2011, cemento, acrílico y barniz

^María Elina Méndez, Coronado rosa, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 23x18cm

^Cristian Turdera, Altar, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 30x30cm

^María Elina Méndez, Zorro verde, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 24x36cm

^Cristian Turdera, Abduction, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 22x30cm

^María Elina Méndez, Pájaro, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 25x29cm

^María Elina Méndez, Flores, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 30x25cm

^Cristian Turdera, Vertiente, 2011, giclée, esmalte y barniz sobre madera, edición limitada de 5 númerado y firmado por el artista, 34x82cm

^María Elina Méndez, Bailamos, 2011, lápiz y acrílico sobre papel Schoeller, 36x48cm

+COLECTIVA14


^Mercedes Dutto, La aparición, 2012, acrílico sobre tela


^Irene Banchero, Ondina, 2009, esmalte sobre madera





^Irene Banchero, Caracol turquesa, 2011, acrílico y barníz sobre MDF
^Liliana Porter, The Traveler, BAT de una edición de 20 numerada y firmada por la artista







^Viky Vitar, sin título, 2009, tinta sobre papel






^Rita Bamidele Hampton, aros Guairuro, 2011, plata 925 bronce semillas







^Raoul Veroni, sin título, acuarela, 1976







^Juliana Ceci, Conejos, 2009, acrílico sobre tela

^Juliana Ceci, Cisnes, 2009












^Pablo Cabrera, Leon del cabo, punta seca, 4 de 10






^Adrián Salgueiro, sin título, 2008, c print en edición limitada de 20 numerada y firmada por el artista






^James Peck, Love's removal, 2010, acrílico sobre tela

^Melania Macchi
, Felicitas
, 2011
, tinta sobre papel















^Ral Veroni
, sin título
, 2008, 
tinta sobre papel

^Artemio Rodriguez, Lucha Eterna, 2004, xilografía 4 de 5, edición numerada y firmada por el artista




Instalación "Amos del jardín" +COLECTIVA14









Tiempo Argentino, Revista 7 Días, por Mariana Merlo

ARTE PARA TODOS
Revista 7 Días del Diario Tiempo Argentino, domingo 8 de abril de 2012
Por Mariana Merlo


Un nuevo circuito de galerías atrae a nuevos coleccionistas con poco presupuesto. Dónde conseguir obras por 400 pesos y qué tener en cuenta a la hora de comprar

Hay una relación muy compleja entre valor y precio, entre gusto y teoría. Las fronteras están muy desdibujadas. Hay artistas que piensan que tienen que poner la obra muy cara porque de esa manera le dan valor". La reflexión de Ral Veroni sintetiza de manera muy concreta el espíritu que, probablemente, motivó el nacimiento de muchas de las galerías de arte que hoy existen fuera del circuito clásico. En estas nuevas galerías no se venden cuadros de 20 mil dólares. No por un prejuicio hacia quienes son sus creadores, ni a las obras en sí, sino porque su ánimo es el de brindarles un espacio a nuevos artistas y a obras de arte a precios accesibles. Crearon una especie de arte para todos. Ral Veroni y Linda Neilson son dueños de Galería Mar Dulce, una galería que se encuentra en el corazón de Palermo –Uriarte 1490- en un espacio que les ofrecieron unos amigos cuando en 2009 cerró la galería en la que ella trabajaba y se sentaron a pensar qué podían hacer por su cuenta. El actual local solía ser una casa, y la parte del living les terminó resultando ideal para su emprendimiento, con ventanales que dan luz y chimenea incluida. "Creo que la gente que entra y ve las obras que están colgadas, puede imaginárselas también en su propia casa", explica Ral. Ellos venden obras de pequeño y mediano formato, de precios accesibles –a partir de 100 dólares– y "obras de grandes maestros, de gente cotizada en el mercado internacional de quienes, en muchas galerías grandes, se ocupan de sus obras grandes y no de las pequeñas". Inevitablemente, según explica el galerista y artista, los costos de infraestructura de los grandes espacios los obligan a vender obras de montos elevados para poder sostenerse. "Nosotros no nos fijamos tanto en la trayectoria o el currículum del artista, o si expuso antes y en dónde; si nos gusta lo que hace, lo aceptamos".

Esa misma línea de pensamiento es la que siguen las chicas de Central de Proyectos. Mindy Lahitte es una de las dueñas de este espacio ubicado en el Patio del Liceo, en la avenida Santa Fe 2729. Un gran portón rojo indica la entrada al mundo del arte terrenal. Son muchos los espacios que funcionan en el Patio; se pueden encontrar pinturas, esculturas, fotografías, accesorios, libros, discos. Allí conviven las perlas escondidas y lo emergente. Central de Proyectos nació en noviembre de 2009 de la mano de Mindy, María Lightowler y Mariela Rossi. "Hay un manto de prejuicio sobre el tema de tener obras de arte, como si fueran algo inalcanzable. Incluso, yo lo tenía antes de empezar a trabajar en una galería –confiesa Mindy–. Yo era consumidora de arte a nivel museísticos o institucionales. Pero cuando pisé una galería entré en un universo absolutamente atrapante, y empecé a sentir la necesidad de transmitir esa experiencia de tanta pasión, tanta alegría, a mis pares". En carne propia se dio cuenta de que se podía tener obras de arte en su casa, que podía destinar determinado dinero a comprar cuadros como otros compran discos o libros, o una entrada de 1.300 pesos en la primera fila para Roger Waters. "Lo primero que uno tiene que pensar es que es un universo cultural parecido al de los demás, a la literatura, a la danza. Sería ingenuo de mi parte negar cierta apropiación de clase histórica con respecto al arte. Pero una vez que uno se acerca…" (suspira). En la galería en la que trabaja hay objetos de arte que van de los 50 pesos a los 2 mil dólares, y además de exhibir trabajos de diversos artistas, dictan talleres. "Nosotras tenemos una misión claramente educadora. Cuando cae alguien que viene a mirar y ver qué encuentra, desde nuestro lado tenemos que detectar qué busca. Yo respeto mucho ese tiempo que existe que tiene que ser de encuentro solitario con la obra. Sobre todo para aquel que viene por primera vez. Necesitás que haya un aclimatación. Le podés contar algo del artista, su historia, su edad, cuáles son sus preocupaciones", explica. "Cuando viene alguien inexperto te das cuenta porque viene con ideas un tanto decorativas de lo que es el arte. Como algo que hay que tener, como un bien de consumo. Y si bien una de las aristas del arte es haberse transformado en un bien de consumo, el tema es cómo ellos abordan el resto del universo alrededor de esa pieza. Creo que lo principal es abordarlo directamente y ver qué te pasa frente a eso, enfrentarse de manera amable, sin temores. Al principio es simplemente experimental; lo demás: la formación, el adquirir nuevas herramientas, viene después. Es como cuando conocés a alguien. No te enamorás de sólo mirarlo, tenés que hablar, tienen que pasar cosas. Con el arte es lo mismo. Y eso se logra con estos espacios que funcionan como medios de comunicación".

Luciana Massarino, dueña de Studio 488, lo llama "educar al comprador". "Es difícil educar a un comprador nuevo. La compra se da por algo muy espontáneo, no por un valor en sí de la obra sino por un valor más estético en cuanto a decoración. Entonces es bastante difícil porque uno quiere instruirlo, comentarle sobre el artista, que se relacione con su obra, y con lo que uno se encuentra a veces es con el ‘me gusta, envolvémelo que me lo llevo’. Nosotros tratamos de mostrarles el portfolio del artista, lo ideal es que te dejen el mail, que te cuenten qué tipo de foto les gusta, que vos les mandes el currículum del autor, en dónde estuvo, la gestión que tiene dentro del circuito, por qué tiene determinado valor". Actualmente su galería está también dentro del Patio del Liceo pero durante casi dos años tuvo un local a la calle en San Telmo. "Es muy diferente el público que tuve y tengo. En el local a la calle te encontrás al desprevenido que no conoce de arte, le gusta una obra, entra a averiguar y se copa con la idea de poder tenerla en su casa. Acá hay muchos compradores que vienen directamente al Patio porque sabe que hay un arte emergente". En Studio 488 Luciana comercializa únicamente trabajos fotográficos. Piezas de artistas reconocidos y de jóvenes promesas que van desde los 800 pesos hasta los 2 mil dólares.

La idea que tuvieron Mariano López Seoane y Cecilia Glik, directores del Estudio Miau Miau–Bulnes 2705–, fue la de "abrir un lugar en el cual poder explorar ciertas tendencias del arte contemporáneo". Hace 3 años abrieron sus puertas cuando, según Mariano, "nos dimos cuenta de que había muchos espacios que dejaban a estos artistas fuera de contexto, entonces empezamos a pensar cómo armar un lugar que fuera un poco más relajado, en el que se pudiera probar, experimentar, ensayar, algo que por ahí en galerías con reglas más estrictas es más difícil". Su oferta es variada, siempre enfocada en el arte joven pero con una idea amplia del término, más focalizados en un arte fresco, con cierta irreverencia. "Por ahí tenemos artistas que trabajan hace mucho tiempo, pero que nos interesa porque tienen una mirada particular, y también gente que recién empieza y nos gusta porque tiene una mirada fresca. Hay cosas que pueden tener un valor importante y otras que no tanto. Tenemos obras muy baratas para lo que es el mercado. Podés encontrar algunas de 150 dólares, que para quien no está interiorizado puede parecer mucho dinero, pero es menos que una campera de cuero", analiza Mariano. Su metodología para lidiar con los nuevos compradores es la misma que la de sus colegas. Primero, escucha lo que la persona tiene para decir, y luego busca el hilo conductor para ver por dónde puede llevarlo. "El que no sabe tiene una relación inocente que tiene su encanto también. Viene el que le gusta algo porque tiene flores, o porque le gusta el color, entonces ahí quizás le mostrás otras obras que van por el mismo estilo, intentás explicarle si es un óleo, un acrílico, las técnicas, le explicás las cosas básicas de lo que va a comprar". Y, fundamentalmente, todos trabajan para llegar al mismo puerto: desarraigar la idea de que el arte, para ser arte, debe ser caro.

La Nación, ADN, por Daniel Molina


"Gozar de historias para mirar sin leer"
Daniel Molina, La Nación, ADN
23 de marzo 2012

Cuando fuimos niños aprendimos a descubrir un segundo relato en las ilustraciones de los cuentos. Méndez y Turdera lo proponen en Amos del jardín, sincronización estética en una misma galaxia.

Las historias viven más que las personas. Los relatos de Las mil y una noches han sobrevivido a generaciones de lectores fascinados. Las piedras duran más que las historias: millones y millones de años. Pero todo pasa: incluso las galaxias están llamadas a morir. Mientras tanto, mientras hay vida, las personas amamos las historias porque le dan sentido al sinsentido de lo real. Cuando fuimos niños, aprendimos a leer una segunda historia a través de las ilustraciones que traían los cuentos que nos leían nuestros padres. Ahora que sabemos leer y escribir, también leemos imágenes: somos como niños afortunados que conocen varios lenguajes. Y como niños afortunados podemos gozar las historias sin palabras que nos cuentan los dibujos que María Elina Méndez (Buenos Aires, 1975) y Cristián Turdera (Buenos Aires, 1973) presentan en Amos del jardín.

Una sinfonía visual
Amos del jardín no es la ilustración de un relato que sería anterior a los dibujos, tal como suele acontecer en los libros infantiles, en los que es la historia narrada con palabras la que determina lo que el dibujo debe ilustrar. Por el contrario, la historia que se narra en esta muestra surge a posteriori de verla en la cabeza del espectador. Es imaginación pura, más poema que narración.

La muestra está organizada en torno a una obra que presenta los dos lados de una piedra hueca que flota y en la que se apoyan esos seres antropomórficos que pueblan los dibujos de Turdera, con algo de oso, algo de foca, algo tierno, algo siniestro: monstruos queribles. Como una sinfonía visual, la muestra parece ser la obra de un solo artista que trabajó a cuatro manos. Tal es la sincronización estética entre Méndez y Turdera: el mundo que proponen queda en la misma galaxia.

Méndez presenta dibujos a lápiz y acrílico, que evocan las ilustraciones de la época victoriana. No hay nostalgia en sus animales gigantes y niñas pequeñas, sino una extraña presencia de lo colosal en estado mínimo. Un lobo goyesco, un ratón esnob, un pájaro mudo. Niñas perplejas, que viven mirando (y mirándose en) los animales. El detalle del trazo a lápiz es tan preciso que no parecen dibujos sino sonetos: cada rasgo un verso exacto, con la rima perfecta, la música justa y un mundo entero.

Si bien las obras de Turdera son intervenciones con lacas sobre prints digitales (luego montados sobre madera y barnizadas), cada una de las tres copias es una obra única, incluso con colores y efectos diferentes. Hay tal preciosismo en los detalles (en consonancia con los dibujos de Méndez) que cada obra semeja una joya alegre. El universo imaginado en estas placas es el mundo de los sueños: uno desearía ser uno de estos animales felices, que saben transmutar lo real con el poder de su mente.

En lo mínimo, en lo apenas sugerido, reside la potencia que les da sentido a estas obras. Son talismanes mágicos. Tienen la fuerza necesaria para ahuyentar malos espíritus. En el mundo que Méndez y Turdera construyen no hay lugar para la maldad. No es el paraíso lo que vemos, sino el lado amable del infierno, pero visto con los ojos inaugurales de un niño.

En este mundo -¡un jardín!- corre la brisa cálida que cobija las siestas en el verano. El jardín está bañado por una luz extraña, más de sueño que de vigilia, más de delirio que de razón, más hierática que vertiginosa. ¿Soñamos o estamos despiertos?

Al ver todas las obras juntas, creemos estar leyendo un cuento. Pero si queremos resumir la historia que narra ese cuento, no le encontramos la trama. El cuento es sueño.

El relato es delirio. La narración se nos escurre entre los dedos y lo que nos queda en la mano es un diamante: la pureza cristalina de la imagen en estado puro, simulando que es el parásito de un relato anterior que, sin embargo, no existe. Arte puro. El diamante del sueño. El oro del sol. La felicidad de estar intensamente vivo, a pesar de ser consciente de que la muerte acecha. El sueño, el sol, la vida: la alegría.

Amos del jardín, en Galería Mar Dulce, Uriarte 1490. María Elina Méndez y Cristián Turdera, hasta el 5 de mayo martes a sábado 15-20hs

Inauguración Amos del jardín +COLECTIVA14

^ Los artistas autores de Amos del jardín María Elina Méndez y Cristian Turdera

^ La artista, escritora y cantante Isol con Linda Neilson de Galería Mar Dulce. Linda Neilson lleva un vestido de Jimena Anastasio

^ Los directores de Galería Mar Dulce Ral Veroni & Linda Neilson con los artistas María Elina Méndez y Cristian Turdera. Linda Neilson lleva un vestido de Jimena Anastasio

^ Ral Veroni de Galería Mar Dulce con el cantante Gabo Ferro

^Ral Veroni de Galería Mar Dulce, Marjorie Devon de Tamarind Institute, la artista Camila de Luca y Linda Neilson de Galería Mar Dulce. Linda Neilson lleva un vestido de Jimena Anastasio

^ vista de la instalación de Amos del jardín

^ La artista María Elina Méndez con Daniela Pellegrinelli de Museo del Juguete de San Isidro

^ El artista y fotógrafo Juan Cavanagh :-)

^mirando Amos del jardín

^ El crítico de arte Daniel Molina con Cristian Turdera

^María Elina Méndez y Cristian Turdera con la artista Lola Goldstein

^ instalación de Amos del jardín

^ Camila Guerrero, la artista Lucía Harari y Linda Neilson. Linda Neilson lleva un vestido de Jimena Anastasio