"Isol,
arte en el roce entre las palabras y las imágenes"
por
Patricia Kolesnicov
Clarín,
edición impresa martes 9 de septiembre del 2014
Collages
que parten del abecedario. La autora dibujó letra por
letra y fue relacionándolas con palabras e ideas. Con cada una hizo un cuadro.
Dice que no, que escritora no es, aunque
haya miles de fans de sus libros, aunque haya ganado el Astrid Lindgren, un
premio sueco que es casi el Nobel de la Literatura Infantil, un premio enorme
que se da a autores e ilustradores. Dice que escritora no es, aunque sean suyas
las letras de tantas canciones, y que no es escritora porque no imagina un
texto solo: siempre es con imagen, siempre es con música; siempre es así, en
ese roce, como produce sentido. Ideas. De esto habla Isol –¿ilustradora,
escritora, cantante, letrista?– ahora, cuando no está en el escenario ni
presentando un libro sino, oh, haciendo una exposición de collages en una
galería de arte. El sentido, a partir del roce. No lo dice exactamente así,
pero habla de eso.
Quienes sigan sus libros, el desparpajo,
la incorrección política, el ida y vuelta entre ternura y crueldad, reconocerán
en estos collages a la misma autora. La misma que escribió “El globo”, ese
cuento donde un día “Un día a Camila se le cumplió un deseo. Su mamá se
convirtió en un globo y no gritaba más”. Y el cuento –así es Isol– no termina
en ningún arrepentimiento.Pero ahora no se trata de un libro sino casi de un
juego: Después de que la Isol-cantante grabara un disco, que acaba de presentar
–Novela gráfica–, la Isol-¿artista plástica? se propuso un juego: ilustrar un
abecedario. Una excusa para salir del formato del libro y meterse en la
plástica.
Empezó –prolija– con la A. Distintas
formas de hacer la A, como en los manuales de la escuela. La letra, su forma
¿el sonido que evoca? le sugirió una imagen y –¿qué es primero, qué es
después?– una palabra. La “A” fue “HOY QUIERO ASUSTAR”. Y esa imagen, tierna,
irónica. ¿A quién vas a asustar, bichito?“Lo que trabajo es la unión del texto
y la imagen y así suceden cosas, al final termina siendo algo narrativo”, dice
Isol, en la galería donde se venden sus cuadros. Parece fácil, ella dice que es
fácil: “Es fácil poner una frase y un dibujo y que salga algo: la cabeza
hace asociaciones pongas lo que pongas”.Pongas lo que pongas, este abecedario
no ilustra cosas sino ideas, sensaciones, un miedo producido por una imagen.
¿Una palabra para la N? Aquí fue “Nunca”, en la frase “Nunca me temas”. Se lo
dice una especie de gallo a una especie de pollito. Un grande a un chico, en
todo caso. No me temas: ese es un “Nunca” que vale la pena.
En uno de los collages hay una anécdota
autobiográfica: se murió el perro de la familia. Su recuerdo está en la B:
"Alma buena" dice el texto. No se vende: será un regalo para los
padres de Isol.
Las ideas a veces salen de los
dedos mismos. “A veces tiene mucho que ver con lo físico. Agarré un pincel que
hacía mucho que no agarraba y empecé a hacer letras. Hay algo de meditación en
hacer un signo: no estás pensando en las palabras sino en las formas”.Un ejemplo:
sigue una línea curva con un pincel grueso. “Y de pronto, me aparece una
manada”. ¿Cuál es la letra? I. ¿La palabra? Inquietud. La frase: “Una cierta
inquietud”. Esa manada –¿o jauría?– que se viene encima... Una cierta
inquietud.“Esas letras me ayudan a pensar cosas que no había pensado”, dice
Isol. Hoy quiero asustar.