por
Daniel Molina
texto del catálogo de la exposición
La vida no tiene sentido. Pero los seres
humanos necesitamos creer que lo tiene para poder vivir. Por eso inventamos el
arte, la ciencia, la política y la religión: diversas formas de paliar (en el
plano de lo imaginario) este absurdo de haber nacido. Encima, ahora el mundo se
ha duplicado: ya no vivimos solo en el universo de los átomos sino que también
estamos todo el tiempo en el mundo virtual. Somos seres anfibios.
El surgimiento del mundo virtual también
nos hizo ubicuos: no estamos acá ni allá sino en todas partes; a la vez. En
este mundo anfibio, ubicuo y eterno (porque la duración del tiempo se ha
concentrado en el instante), Twitter funciona como el cerebro colectivo. No
solo es el cerebro de nuestra existencia virtual sino que reconfigura toda
nuestra mente. Pensamos, soñamos y deseamos según nos ha reformateado el límite
espacial de los 140 caracteres que tiene un tuit y según la velocidad
vertiginosa con la que suele moverse el Timeline cuando es la hora pico.
Solo en el universo maravilloso de
Twitter es posible imaginar la aparición de una aventura intelectual como la de
@ElTopoIlustrado. El Topo Ilustrado es un ser virtual que tiene -en el mundo de
los átomos- dos cabezas y cuatro manos. Este artista virtual es fruto de la
colaboración entre dos personas que se conocieron en Twitter. Solo bajo el
signo de lo anfibio es posible pensar la obra de este artista único que es
constantemente engendrado por dos.
Como si fuera una moneda, la obra de El
Topo Ilustrado tiene dos caras: un verso o frase (de un máximo de 117
caracteres) y un dibujo (el enlace a él ocupa los 23 caracteres restantes).
Todas las frases las escribe Tobías Schleider (que en Twitter es el personaje
virtual @ElTopoErudito) y todas las ilustraciones son de Cristián Turdera (que
en Twitter usa su nombre, arrobado). La frase siempre antecede temporalmente al
dibujo, con lo cual un observador podría pensar que el dibujo “ilustra” la
frase. Nada más falso: por una extraña alquimia, la relación frase-dibujo en
las obras de El Topo Ilustrado es poética. Cada uno de los elementos tiene una
relación metafórica con el otro. Hasta tal punto que podríamos decir que la
frase sin el dibujo (lo mismo que el dibujo sin la frase) dice otra cosa que lo
que se puede leer cuando se los ve asociados.
¿Cómo es que este monstruo amable ha
logrado tal prodigio? Sumando metáfora a la metáfora, sin pudor. El arte del El
Topo Ilustrado es de tal sutileza metafórica que nunca tenemos del todo claro
qué dice cada obra, porque cada obra solo es comprensible en el propio universo
que la delimita y que es el que la misma obra crea. Siempre hay un plus de
sentido y de misterio, que ninguna racionalidad puede acotar. Sin dibujo, las
frases son meros tuits (bellos y enigmáticos) que podría escribir en un día
inspirado @ElTopoErudito. Sin frase, los dibujos parecen bocetos de una obra
futura de Cristián Turdera. Cada parte, individualmente, parece estar en estado
larvario. De esas dos soledades surge recién una obra cuando dibujo y texto
copulan.
No es casual que la obra y la existencia
misma de El Topo Ilustrado sea fruto de una colaboración. Lo que El Topo
Ilustrado ha logrado crear es la obra perfecta o la obra de arte futura: nunca
concretada, siempre en proceso. Este artista virtual, que solo vive en Twitter
(aunque puede pasar sin desmedro, como se ve en esta muestra, al mundo de los
átomos) logra realizar el sueño de las vanguardias históricas (en especial, el
de los constructivistas), que pretendieron hacer del proceso de producción
estética la obra en sí, sin haberlo logrado jamás.
Esta exhibición de El Topo Ilustrado pone
en escena el proceso de producción de una obra que es en sí misma un constante
proceso de producción: es la poesía en estado de incandescencia. Ese momento en
el que llegamos a creer que la vida tiene sentido.
El
Topo Ilustrado
by
Daniel Molina
exhibition catalogue text
Life makes no sense. However, to be able
to live, we human beings need to believe that it does. And so we invent art,
science, politics and religion: diverse forms of alleviating (in the plane of
the imaginary) the absurdity of having been born. What's more, the world has
now duplicated: we no longer live only in the universe of atoms but we are also
constantly in the virtual world. We are amphibious beings.
The emergence of the virtual world has
also made us ubiquitous: we are neither here nor there, but everywhere at once.
In this amphibious, ubiquitous and eternal world (eternal because time has
concentrated itself into the instant) Twitter functions like a collective
brain. It is not only the brain of our collective existence but rather it
reconfigures our whole mind. We think, dream and desire according to how the
spatial limit of a tweet's 140 characters has reformatted us and according to
the vertiginous velocity at which the Timeline tends to move at peak hour.
Only in the marvellous world of Twitter
is the appearance of an intellectual adventure such as @ElTopoIlustrado
possible ['The Illustrated Mole' would be its literal - and awfully ambiguous -
English translation]. El Topo Ilustrado is a virtual being that - in the world
of atoms - has two heads and four hands. This virtual artist is fruit of the
collaboration between two people that met on Twitter. Only under the sign of
the amphibian is it possible to view the work of this unique artist,
continually engendered by two.
Like a coin, the work of El Topo
Ilustrado has two faces: a verse or phrase (maximum 117 characters) and a
drawing (the link to it occupies the remaining 23 characters). All the phrases
are written by Tobías Schleider (who on Twitter is the virtual character
@ElTopoErudito) and all the images are by Cristian Turdera (on Twitter,
@cristianturdera). Temporally, the phrase always precedes the drawing, with
which the observer might think that the drawing 'illustrates' the phrase.
Nothing is more untrue: by a strange alchemy, the phrase-drawing relationship
in the works of El Topo Ilustrado is
poetic. Each element has a metaphoric relation with the other, to the point
that that the phrase without the drawing (or equally the drawing without the
phrase) says something other than what can be read when they are viewed
together.
How has this amiable monster achieved
such a wonder? Adding metaphor to metaphor, without shyness. The art of El Topo
Ilustrado is of such metaphorical subtlety that we are never totally clear what
it says, because each artwork is only understandable within its own limits, a
universe created by the artwork itself. There is always a plus of meaning and
mystery that no rationality can enclose. Without the drawing, the phrases are
mere tweets (beautiful and enigmatic though they are) that @ElTopoErudito could
write on an inspired day. Without the phrase, the drawings appear sketches for
a future artwork by Cristian Turdera. Each part, individually, appears to be in
larval state. From these two solitary entities a work emerges only when drawing
and text copulate.
It is no coincidence that the work and
the very existence of El Topo Ilustrado is fruit of collaboration. That which
El Topo Ilustrado has managed to create is the perfect work of the work of art
of the future: never fixed, always in process. This virtual artist, who only
lives in Twitter (although can emerge unspoiled, as we see in this exhibition,
in the world of atoms) manages to achieve the dream of the historic vanguards
(in particular, the Constructivists), who aimed to make the process of aesthetic
production the work itself, without ever achieving this.
This exhibition of El Topo Ilustrado
brings to light the process of production of a work that is itself a constant
process of production: it is poetry in a state of incandescence. That moment in
which we come to believe that life makes sense.
https://unperroviejo.wordpress.com/2014/03/18/una-copula-maravillosa-sobre-el-topo-ilustrado/
