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“Los
extranjeros”
María Paula
Zacaharías
La Nación
Domingo 15 de noviembre de 2015
Destino
internacional. Cada vez más,
Buenos Aires es una ciudad elegida por artistas, curadores y galeristas de
distintos países que encuentran en la escena porteña una gran usina creative
LINDA NEILSON (galerista, Escocia)
"Todavía
existe una bohemia"
Es escocesa y conoce el país desde
1998, cuando venía de visita con su marido, el artista argentino Ral Veroni.
Vivieron en Glasgow y en Valencia, y en 2006 recalaron en Buenos Aires. Aunque
está formada en Bellas Artes, inclinó su carrera hacia la gestión cultural.
Tras trabajar en varias galerías, inauguró la suya, Mar Dulce, hace cinco años
en Uriarte 1490. "Estamos muy contentos acá, porque todavía existe una
cosa bohemia, que ya no queda. Hay posibilidades, es una ciudad donde se puede
abrir una galería. En Escocia es inimaginable (por créditos, contratos y
previsiones a largo plazo), pero acá surgió la posibilidad y en pocos meses
abrimos con la primera muestra. Hay voluntad de hacer, de encontrar la manera
de cumplir los proyectos", dice. El espacio es diminuto pero con encanto
propio (ventanal de vidrio repartido, hogar, jardín), y marcó la opción por el
pequeño formato, que en parte es la clave del éxito: accesible y transportable.
SAMUEL LASSO (artista, Colombia)
"Hay
muchas posibilidades artísticas"
Tiene la risa fácil de los 24 años.
O de la gente alegre. Lleva siete en Buenos Aires, y cada tanto viaja un par de
meses a su país de origen, Colombia. En San Juan de Pasto, una región en
conflicto, lo esperan eternamente su novia (desde hace casi una década) y su
familia. Estudia arte en la Unsam mientras avanza su carrera de artista,
representado por Hilo Galería. Acaba de tener un Solo Project en BA Photo,
participó en ArtBO y en diciembre tendrá otra exhibición individual en Pinta,
en Miami. Ganó el premio Arte Joven 2015, organizado por la embajada de España
en Colombia, Colsanitas y la galería Nueveochenta. También es uno de los
artistas que cursa la residencia impulsada por La Ira de Dios y trabaja como
asistente de Karina Peisajovich: "Aprendo bastante, desde técnica hasta
cómo encarar algunas situaciones propias del mundo del arte". Su obra une
fotografía, dibujo y escultura en instalaciones. "La Argentina tiene
muchas posibilidades artísticas -cuenta-. Estoy muy contento, tengo amistades
acá, pero también extraño. Mi obra siempre remite a Colombia."
CHRISTIAN NEWBY (artista, Estados
Unidos/Gran Bretaña)
"La escena
es muy cálida y solidaria"
Nació en Virginia, Estados Unidos,
pero a los 27 viajó a Escocia por una maestría y luego se instaló en Londres,
donde vive con su esposa española. Ahora pasa tres meses en Buenos Aires porque
resultó seleccionado para un intercambio entre Gasworks (Londres) y URRA
(Buenos Aires), en alianza con arteBA Fundación. Multidisciplinario, busca en
su obra la influencia de artes y oficios, artes aplicadas, diseño, arte textil,
bordado o logos de marcas. "En el espacio doméstico es posible ver
referencias históricas, sociales y estéticas. Hay una relación entre los lugares
y las personas que lo habitan", analiza. Por eso, está contento con su
estadía en dos casonas añosas de San Telmo. "En una vivo y está
refaccionada. La otra es una gran mansión abandonada que uso de taller. Son
como el antes y el después: lo que pasó cuando se acabó el dinero",
analiza. "La escena artística es muy local, muy cálida, con una
solidaridad interna que hace que se mantenga vibrante", opina. Cuando
vuelva a Londres comenzará un doctorado en Kingston. Viajar, estudiar y crear
son lo suyo.
KIRSTEN MOSEL Y JULIÁN LEÓN CAMARGO
(artistas y galeristas, Alemania / Colombia)
"Faltaba
un espacio para la experimentación"
Kirsten Mosel llegó de Alemania y
Julián León Camargo, de Colombia; se conocieron hace cuatro años en las aulas
de Proyecto PAC. "Fuimos la primera promoción. Éramos los únicos
extranjeros y eso generó complicidad. Nuestras obras también tienen mucha
afinidad", cuenta Camargo, que antes había hecho una residencia en Berlín.
"Viendo la escena local pensamos que quizá faltaba un espacio para la
experimentación, donde lo comercial no estuviese en primer plano", dice
Mosel.
Así nació Espacio Kamm (Mario Bravo
1136), que funciona casi como una residencia: "Antes de la muestra el
artista trabaja acá un mes. Hicimos un lugar como el que nosotros, como
artistas, quisiéramos que nos den. Cada invitado desarrolla un proyecto pensado
específicamente para este lugar, con el tiempo y la distancia necesarios, y un
aporte nuestro para la producción". Encontraron para eso una casa con dos
salas despojadas, una ventana a la calle y un patio de recepción.
"Normalmente hacemos muestras individuales, y por eso no queríamos un
galpón inabarcable, sino una casa habitable", dice Camargo. "Estamos
muy cerca del artista en su proceso y lo acompañamos en el desarrollo de su
obra, y eso es muy enriquecedor para nosotros", cuenta Mosel.
Hasta el sábado próximo la sala
mayor está tomada por una instalación suya, Zonda Cuts; son telas plásticas
recortadas como ejercicio pictórico (foto). Antes han tenido muestras
individuales Andrea von Lüdinghausen (Alemania) y los argentinos Gaspar Acebo,
Mariana López, Lorena Fernández, Bruno Gruppalli y Santiago de Paoli, entre
otros. El año pasado, montaron también un open studio con artistas residentes
en la Casa Suiza y el suizo-argentino Gian Paolo Minelli. Ahora planean
intercambios de artistas con espacios similares en Colombia y Alemania, y
trabajan en relación con Ivo Kamm, el galerista que los representa como
artistas en Zúrich. "Acá la escena es muy rica, hay muchos artistas generando
cosas todo el tiempo -dicen-. Al estar tan autonutrida, pareciera que se aísla.
Por eso, tratamos de funcionar como puente con nuestros países. Nos gustaría
abrir caminos."
SYLVIE ARGERICH (curadora y
galerista, Francia)
"Hay
energía y dinamismo"
Es francesa y llegó al país como
mochilera hace doce años, sin saber que iba a quedarse tanto tiempo. Hoy tiene
su espacio propio, Sputnik (Enrique Finochietto 545), totalmente
autogestionado, que funciona como plataforma de experimentación curatorial y de
difusión para artistas visuales emergentes. "Me entusiasmó ver que había
muchas ganas de hacer, pese a la falta de recursos", cuenta. En una gran
casa en el límite entre San Telmo y Barracas, abrió a fines de 2013 y ya
expusieron treinta artistas de diez países, como Ignacio Fanti, Taca, Francisco
Estarellas, Ana Clara Soler, Catalina Schliebener y Pablo Insurralde, entre
otros. "En mi país los artistas tienen mucho más apoyo que acá y eso
genera un clima aburguesado. Acá hay mucha energía y dinamismo", dice
Argerich, formada en curaduría.
Aunque Sputnik se presenta como
galería, no tiene fines comerciales. "Me interesa ver cómo funciona el
sistema -analiza-. Hay un desfasaje entre los artistas y el mercado del arte,
muy flojo. Para hacer todo a pulmón hay que tener mucha convicción."
Argerich la tiene.